martes, 5 de julio de 2011

Encaje de Bolillos, la belleza

Una vez, en un viaje a Bélgica, más específicamente a Brujas, vi a una señora tejer con bolillos. Sentada fuera de su casa hermosa, concentrada, movia los bolillos con tanta rapidez y perfección que quedé atónita. Además, cada uno de esos complejos trenzados daba como resultado un encaje maravilloso, hecho con el pulso de esa señora viejecita pasando la tarde belga bajo el alero de su casa. Para mi, el encaje de bolillos es una de las cosas lindas que existen en el mundo. Hecho a mano, extensión del pulso, habilidad y amor. Y tener la oportunidad de verlo en vivo y en directo ha sido una de las cosas impagables de la vida.

La historia del encaje de bolillos es tan antigua como el hilo negro y si pudiera retroceder en el tiempo me encantaría ir al momento en que alguna monja flamenca comenzó a hacerlo.

Como sea, este trabajo es de las cosas que me gustaría aprender y que, espero, nunca se acabe.

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