Uno de los tesoros más grandes que pueden existir para mi son los libros infantiles antiguos. Siempre ando mirando en las repisas de las tiendas de libros usados, en los montones llenos de polvo en el persa Bío Bío e, incluso, en algunas casas de amigas donde es posible que estén olvidados por ahí. A veces, cuando con los busco con intención, nunca los encuentro. Pero otras, en las que por casualidad entro a una librería, he encontrado los libros más lindos que tengo.
Y eso sucedió esta semana en la que, buscando un regalo para una amiga, me topé frente a frente con “Historia de un Cascanueces” de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann, un músico, escritor, dramaturgo y jurista alemán, muy admirador de Mozart y responsable (su libro) de que Tchaicovski creara la pieza musical “El Cascanueces”.
El libro es una joya por muchas razones pero, sobre todo, porque es la primera edición en español, son sólo 4.000 ejemplares y está maravillosamente ilustrado por Adrienne Ségur, ilustradora francesa nacida en 1901 y que dedicó su vida a ilustrar cuentos de hadas. Su trabajo es hermoso y clásico y, específicamente en este libro, realizado sólo con grafito.
La inscripción de “Historia de un Cascanueces” dice: “Este volumen de la Editorial Renascimiento S.A. ha sido confeccionado tipográficamente en máquina fotosetter por Foto-Tipográfica S.A. e impreso en Litógrafos Unidos en tirada de 4.000 ejemplares. Acabóse de imprimir el 13 de febrero de 1959".
Editado originalmente por la casa francesa Flammarion, sólo me queda decir que es una joya digna de admirar.