
Por eso no uso, es demasiado difícil para mi encontrar algo así. Y por eso uno de mis accesorios más queridos es un prendedor hecho de crin de caballo.
Al encontrarme con el trabajo de Haoshi y leer sobre su filosofía, corroboro mi modo de pensar y añoraría tener alguno de los accesorios que diseñan y confeccionan a mano con resina y metal.
Un trabajo artesanal, bello, simple y que, efectivamente, entrega una diminuta paz cuando se los observa. Haoshi (las cosas buenas, en castellano), es una dupla asiática que trabaja junta desde 2009 en Taipei, y su modo de acercarse al diseño es a través de la pureza y el rescate de esas cosas pequeñas que dan alegría. Su serie de anillos de animales propone que indaguemos en nuestra propia animalidad cotidiana y elijamos al que más nos represente.
Obviamente, yo soy un gato.
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